Hechos de la Historia: Córdoba y Granada. La España Medieval. La España Árabe.
Dicen que el Mundo Antiguo
desapareció tras el cierre de las escuelas de Atenas o el
hundimiento definitivo de Roma, incapaz de controlar sus fronteras
y dividido en dos. Sin embargo una nueva civilización nómada de comerciantes
surgió de las arenas del desierto y en caravanas transitaron las regiones sin
oposición. Mientras los reinos visigodos se descomponían y la población
autóctona era indiferente, incursiones de beréberes y de otras tribus ocuparon
la península ibérica, formando una civilización única que se extendía desde
Damasco a Córdoba y Sevilla. Era un viaje que costaba cuatro meses. Arbitrarios,
crueles en ocasiones y casi siempre tolerantes para con todas las religiones,
sirvió de base para un bilingüismo, donde el romance (el
latín vulgar) era la lengua familiar. Conflictos con los
mozárabes (población de culto cristiano que habitaba en el territorio), los
hubo. Pero por regla general se convivía. El Mundo Antiguo no desapareció del
todo con ellos, pues recogieron el testigo dejado por
Alejandría y por otras ciudades del saber. Se convirtieron
así en la guarda de los viejos libros de la sabiduría antigua; y fundaron la
ciudad de Córdoba. La ciudad más sabia de aquellos tiempos.
Poetas, escritores y músicos se enamoraron de las aguas de Iberia - en el lugar
que, en tiempos de Roma, fue la provincia bética, llamada así por ser bañada por
el rio Betis, el actual Guadalquivir -. Córdoba, la bella Córdoba, se convierte
en la nueva la ciudad del saber y donde brillan rescoldos de la antigüedad.
Lugar donde artesanos, agricultores y albañiles convierten Al-Andalus
(Andalucía, en árabe) en un vergel. Los árabes son agricultores:
Los campos son sembrados y regados por aguas que corren por acequias. Judíos,
musulmanes y cristianos conviven, como pueden, en aquel territorio. Y que decir
de Granada, donde se encuentra una de las maravillas del mundo: La
Alhambra. Organizados en grupos rivales, por ser de diferentes tribus,
se desarrolló un espíritu de autonomía local, aún cuando la administración se
centralizó en Córdoba.
El mundo, sin embargo, había sufrido cambios profundos. Una nueva estructura social creció al norte, basada en el “sistema feudal”: la de los caballeros con armaduras o la de los “señores de la Guerra”. El Mundo Antiguo, cuyos últimos recuerdos se encuentran en Córdoba, se enfrenta por oposición a un nuevo mundo de Caballeros y órdenes militares que vinieron a sustituir en sentido contrario lo que antes fueron las expediciones de bereberes, frenadas por Carlos Martel en Poitiers.
Dio inicio a la Edad Media: Castillos, caballeros y órdenes militares, jalonaron el norte, creando zonas de exclusión. Una población escasa con escasos aldeanos que suministran los alimentos a los señores del Castillo. El tiempo pasa lentamente, con una población escasa; mientras Córdoba, la bella Córdoba, centro del saber, se guardan los libros antiguos que algún día se harán imprescindibles.
El mundo, sin embargo, había sufrido cambios profundos. Una nueva estructura social creció al norte, basada en el “sistema feudal”: la de los caballeros con armaduras o la de los “señores de la Guerra”. El Mundo Antiguo, cuyos últimos recuerdos se encuentran en Córdoba, se enfrenta por oposición a un nuevo mundo de Caballeros y órdenes militares que vinieron a sustituir en sentido contrario lo que antes fueron las expediciones de bereberes, frenadas por Carlos Martel en Poitiers.
Dio inicio a la Edad Media: Castillos, caballeros y órdenes militares, jalonaron el norte, creando zonas de exclusión. Una población escasa con escasos aldeanos que suministran los alimentos a los señores del Castillo. El tiempo pasa lentamente, con una población escasa; mientras Córdoba, la bella Córdoba, centro del saber, se guardan los libros antiguos que algún día se harán imprescindibles.
Introducción a la España
Medieval. Gabriel Jackson
El viaje de Baldassare. Amin
Maalouf
Las cruzadas vistas por los
árabes. Amim Maalouf
No hay comentarios:
Publicar un comentario