GRANADA
Un timo de la estampita cada treinta días en Granada
Las estafas más arcaicas no se han ido nunca, todos los meses se recibe alguna denuncia
02.10.11 - 01:29 -
El director de cine Pedro Lazaga estrenó en 1959 la película 'Los Tramposos' donde quedó inmortalizado el timo de la estampita. Aquellas imágenes de Toni Leblanc, ataviado con una camisa blanca y boina negra, pasando por un disminuido psíquico en la puerta de la estación madrileña de Atocha y haciendo creer a una personaje de provincias, con maleta de cartón, su disposición a cambiarle billetes de las antiguas mil pesetas por otros de cien han quedado grabadas en la memoria de este país. Antonio Ozores, que ejercía de listo, era el compinche del tonto. Al final, el personaje de provincias entrega una considerable cantidad de dinero a cambio de un sobre donde supuestamente había un buen taco de billetes de mil. Una vez abierto solo encuentra papeles y el pobre hombre se da cuenta de que ha sido víctima de un timo, el de la estampita. La película de Lazaga solo se limitó a mostrar una práctica muy habitual en la España de posguerra, pero en la del siglo XXI sigue muy vigente.
Medio siglo después de aquella película, en las distintas comisarías de policía y juzgados de Granada se vienen recibiendo, como poco, una denuncia al mes de personas estafadas mediante el timo de la estampita o el del tocomocho, según informa el jefe del grupo de Delitos Económicos de Policía Nacional, quien prefiere obviar su identidad por razones de seguridad. «Este tipo de timos no se han ido nunca, siempre están ahí», apunta.
La estafa más frecuente no es el timo de la estampita, sino el del tocomocho. La última víctima en Granada fue un anciano que fue abordado en la calle por dos individuos, uno de nacionalidad española y otro suramericano. Los dos timadores le mostraron al denunciante unos supuestos cupones de lotería premiados y le invitaron a canjearlos por 'solo' 8.000 euros, el supuesto premio era mucho mayor. El anciano acudió al banco junto a los dos estafadores para extraer el dinero y allí mismo 'compró' el sobre con la lotería. Cuando acudió a cobrarla se dio de cuenta de que era falsa.
«Los autores del timo suelen actuar en grupos muy bien organizados, generalmente, son tres personas y cada una ejerce un rol distinto. Se trata de individuos que llevan muchos años efectuando este tipo de estafas y presentan una gran destreza en sus acciones». El captador de víctimas, el tonto, y el compinche suelen ser los tres protagonistas de este tipo de actos delictivos.
Lo más habitual hasta hace muy pocos años era escoger a personas de avanzada edad como víctimas de los timos, ahora los perfiles se ajustan más a ciudadanos de edades comprendidas entre los 40 y 55 años, muchos de ellos de origen suramericano.
Estos grupos de timadores son itinerantes. Nunca actúan en el lugar donde residen, suelen moverse de una ciudad a otra eligiendo siempre zonas con mucho movimiento de personas. Los timos cometidos en Granada por la vía del tocomocho o de la estampita se han registrado en distintos puntos de la capital, Zaidín, zona Centro, Cervantes... solo hay algo en común en todos ellos: las víctimas solían salir de entidades bancarias.
Desde 900 euros...
Las cantidades de dinero sisadas suelen oscilar entre los 900 y 3.000 euros, salvo excepciones en que los estafadores 'limpian' a su 'presa' hasta límites insospechados. «Atendimos un caso en una ocasión en que los timadores habían logrado convencer a la víctima para ir con ella hasta su casa. Allí se llevaron todas las joyas, además del dinero».
La experiencia del jefe policial del grupo de Delitos Económicos tiene suficiente peso como para saber que la inmensa mayoría de los intentos de estos timadores queda frustrado. «Son una minoría quienes muerden el anzuelo, por eso aconsejamos a la población que siempre tengan mucho cuidado en la salida de los bancos y no se fíen de quienes les propongan cambiar 'duros por pesetas'».
No son los únicos timos presentes en las calles de la ciudad; otros también antiguos cada vez se usan menos, aunque de vez en cuando emerge alguna víctima que acude a presentar una denuncia. Un 'rara avis', en vías de extinción, es el timo del pariente. Consiste en un timador que se dedica a recopilar información sobre su víctima a través de amigos, vecinos e incluso familiares. Una vez bien documentado se presenta en el domicilio de su 'presa' para pedirle una cantidad de dinero que la necesita urgentemente para viajar, se encuentra de paso por la ciudad y se presenta como un pariente lejano. Cuando comienza a dar detalles de la familia y del propio estafador, comienza a ganarse la confianza de su víctima. «Nos hemos encontrado con algún caso así».
El timo de la mancha es otro de los clásicos. Los estafadores suelen tener edades comprendidas entre 30 y 45 años y no cambian de delito. Suelen vivir bastante bien, aunque sus delitos tienen penas de cárcel que oscilan entre 2 y 4 años.
La película de 'Los Tramposos', un clásico del cine español, se reproduce todos los meses en las calles granadinas. No se fíen.
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